Se dice que algunos platillos famosos surgieron por accidente. Es casi lo que me ha pasado, aunque esta invención solo ha triunfado en mi paladar, por el momento.
Resulta que puse a cocinar camotes amarillos y se me pasó el tiempo. Para no desechar el tubérculo se me ocurrió el dulce que indico a continuación. Es de fácil preparación y de rico sabor que espero agrade.
* Ingredientes:
· Dos camotes medianos sancochados
· Medio plátano de seda
· Kiwicha “pop” (la venden embolsadas en los mercados sin azúcar)
· Aceite
· Cucharaditas de agua, leche o jugo de naranja
· Pasas para la decoración
* Preparación:
-Cocinar los camotes y dejarlos enfriar. Aplastarlos con un tenedor hasta formar un puré; reservarlo.
-Pelar un plátano y utilizar la mitad para convertirlo también en puré con ayuda de un tenedor.
-Unir ambos ingredientes, ligarlos con algunas gotas de aceite (de preferencia de oliva o de sacha inchi) y las cucharaditas de agua, leche o jugo. Añadir la kiwicha “pop” hasta formar una masa más o menos compacta.
-Como el camote y el plátano tienen su propia dulzura no es necesario agregar azúcar.
-Verter la masa en un plato, darle forma y llevarlo al microondas por tres a siete minutos. Detener la cocción para remover la preparación y que se hornee de manera pareja. El tiempo depende de la textura que se le quiera dar al postre. Cuanto más tiempo, más crocante será aunque sin ser una galleta.
-Sacar del horno, adornar con pasas y kiwicha espolvoreada. Servir.
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