Me traslado en bicicleta desde julio del 2020. Sí, la pandemia del Covid-19 me llevó a ello. Tuve que aprender a manejar desde cero; lo que me costó sangre, sudor y lágrimas.
Como principiante todo me daba miedo en la ruta, pero después de casi dos años considero que ya tengo algo de “calle”. Lo malo es que noto que muchos peatones no toman en serio a los ciclistas, o lo hacen con indiferencia –quizá con temor justificado. Es como si andar en dos ruedas nos convirtiera en vagos o temerarios. No es así. ¿Creen que agarramos nuestro vehículo por diversión? En mi caso, es mi medio de transporte para el trabajo, es parte de mi vida.
Ojo, no descalifico a los que solo pasean. Si lo hacen con cautela, bien por todos.
- Peatones, créanme que siempre tratamos de cuidarlos. Por favor, respeten la ciclovía.
- Conductores, vamos por el mismo objetivo: llegar a nuestro destino rápido y sanos. Por favor, seamos solidarios.
- Orientadores, no porque hay algunos irresponsables, nos van a considerar a todos por igual.
- Autoridades, siempre tratamos de mejorar. Háganlo ustedes también brindándonos buenas condiciones para circular.
Abro paréntesis para agradecer a mi profesor de manejo, Isaac.
¡Nos vemos, el semáforo ya cambió a luz verde! (A.A.V.)
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