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El Óvalo de Miraflores, jueves 19 de enero. |
La Provincia Franciscana de los XII Apóstoles del Perú emitió un “Comunicado por la paz en el Perú”, donde invoca a las autoridades y ciudadanos a construir la paz social en base al dialogo y propuestas viables para el desarrollo nacional.
“San Francisco de Asís, quien hizo del Evangelio
su forma de vida, fue un heraldo de la Paz, siguiendo la exhortación del Señor:
´Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos
de Dios´ (Mt 5,9). La paz franciscana florece en medio de un mundo conflictivo,
como lo enseña San Francisco en su admonición XV: ´Son verdaderamente pacíficos
aquellos que, en medio de todo lo que padecen en este mundo, conservan la paz
de alma y cuerpo, por el amor de nuestro Señor Jesucristo´. La paz es, pues,
consecuencia de tener a Dios en el corazón”, expresa el comunicado público
emitido el martes 17 de enero pasado y suscrito por el Ministro Provincial, Fr.
Nicolás Ojeda Nieves OFM.
Derecho a protestar
La Provincia Franciscana de los XII Apóstoles del
Perú considera que “las manifestaciones son parte del ejercicio democrático, y
tal como lo dice nuestra Constitución en el Art. 2, n. 12, “las personas tienen
derecho a reunirse pacíficamente sin armas”.
“Las manifestaciones son justas si reivindican
causas justas y se realizan sin violentar los derechos de las personas y no
conduzcan al caos y la anarquía. No basta reivindicar solo el derecho de los
manifestantes.
También está el derecho de los ciudadanos que se
quieren movilizar para trabajar, para estudiar, para una atención médica, cuyos
derechos son perjudicados cuando de modo sistemático se bloquean las carreteras,
se toman aeropuertos, se violenta la propiedad, se agrede a la policía y se
pone en riesgo la vida de las personas”, precisa.
El comunicado hace referencia a la historia
reciente del Perú y aboga por la construcción de una sociedad más justa, pero
de manera pacífica, sin recurrir a la violencia.
”. Es pues el cuidado y la integridad de cada persona la razón de ser de toda institución y participación política. “Por lo que corresponde, en un ámbito de corresponsabilidad, no solo al Estado el cuidado de la persona, sino también involucra a toda la sociedad y por ende a los propios ciudadanos”.